Verano de 1891. Avanza una marcha de carretas interminables, de soldados, de zapadores que abren caminos y construyen puentes, desde Angol al sur. Se fundan fuertes, se levantan pueblos y futuras ciudades. Se llega al río Cautín y en su borde se funda el fuerte Temuco, centro de operaciones de la Araucanía ocupada desde este entonces hasta hoy. Era el lugar de mayor intensidad indígena en todo el sur de Chile. Se pone el fuerte en medio de las viviendas mapuches o araucanas. No hay conversaciones ni tratados de paz, como insiste alguna tradición. El parlamento de la Patagua en el cerro Ñielol, en que los caciques le entregaban la tierra el ministro Recabarren para que fundara Temuco, nunca existió. No he encontrado nunca un documento que pueda atestiguar esta leyenda. Si alguien sube hoy día al cerro Ñielol, al lado de Temuco, encontrarán el árbol con la leyenda de que allí se realizó el acto de entrega de Temuco y pacificación de los mapuches.
Bengoa, José. (2007). Historia de un conflicto. Santiago: Planeta
Bengoa, José. (2007). Historia de un conflicto. Santiago: Planeta
No hay comentarios:
Publicar un comentario