El conflicto en Oriente Medio puede entenderse a la luz de la historia antigua de judíos, árabes y palestinos. Las múltiples confrontaciones que desde entonces han tenido lugar en esa parte del mundo han girado básicamente alrededor de la carencia de tierra.
Antecedentes
Luego de los muchos avatares que condujeron a la mayoría de la población judía a dispersarse por toda Europa occidental y Rusia oriental, surgió a finales del siglo XIX la idea de un Estado nacional para los judíos. Estos habían sido víctimas repetidas veces en su historia de la persecución y el antisemitismo. Este estado llevaría el nombre de palestina.
Los territorios de Palestina habían sido asentados por árabes musulmanes que fueron posteriormente desplazados por turcos otomanos. Los sucesivos arrastramientos convirtieron a Palestina, a través de los años en un territorio desértico y pantanoso, con muy pocas ciudades. En el siglo XIX Francia intervino en la zona por el interés que tenía para ella el canal de Suez. Esta intervención revitalizó notablemente el territorio.
Paralelamente, en las últimas décadas del XIX comenzó un proceso de asentamiento judío, muy poco numeroso en sus inicios y en su mayoría proveniente de Polonia, que se dedicó casi exclusivamente a la agricultura.
El sionismo
Con el fin de darle sustento y vía libre al proceso colonizador emprendido por los judíos, Theodor Helz organizó en 1897 un movimiento sionista que proclamaba la conquista de la “tierra prometida” (Sion) y la creación de un hogar para los judíos que huían de la persecución en Europa. En ésta ya se proclamaba con fervor el antisemitismo.
La creación de un estado que albergara tanto a los Árabes (palestinos) como a los judíos procedentes de Europa hubiera obviado políticamente el conflicto del Oriente Medio. Sin embargo, la mayoría de los sionistas se negaba a aceptar la posibilidad de un Estado judeo-árabe, y la reacción de los palestinos árabes era más violenta a medida que llegaban más judíos a establecerse en esas tierras. Esta situación fue agravando los antagonismos en el Oriente Medio hasta estallar en los años 40, prolongándose en la actualidad.
Las dos guerras mundiales acentuaron la migración de judíos desde Europa, quienes huían de la persecución de los nazi, migración de fue dando lugar a una organización estatal de carácter provisional. El conflicto con los árabes se intensificó cuando empezó a llegar población judía mejor calificada y preparada en tecnologías modernas que desplazaba a los árabes hacia las actividades peor remuneradas. Generalmente esas migraciones de judíos provenían de Europa central, a diferencia de las iniciales, procedentes de Europa oriental.
En 1947 la ONU pretendió zanjar el conflicto árabe-israelí dividiendo a Palestina en dos Estados, uno árabe y el otro judío. Finalmente el estado de Israel fue creado el 14 de mayo de 1948. Inmediatamente los Estados Unidos de la Liga Árabe en Guerra con el nuevo país. Al año siguiente como consecuencia de esta primera guerra árabe-israelí, Israel conquistó nuevas tierras, sobrepasando los límites territoriales por el tratado que le dio origen y asentándose con más peso en la zona.
Para entonces los judíos habían conseguido una patria; los árabes la independencia en Irak, Siria Arabia meridional y Yemen; los palestinos, en cambio, habían perdido el reconocimiento como nación y estaban anexados, en parte a Egipto y parte al territorio Cisjordania.
Antecedentes
Luego de los muchos avatares que condujeron a la mayoría de la población judía a dispersarse por toda Europa occidental y Rusia oriental, surgió a finales del siglo XIX la idea de un Estado nacional para los judíos. Estos habían sido víctimas repetidas veces en su historia de la persecución y el antisemitismo. Este estado llevaría el nombre de palestina.
Los territorios de Palestina habían sido asentados por árabes musulmanes que fueron posteriormente desplazados por turcos otomanos. Los sucesivos arrastramientos convirtieron a Palestina, a través de los años en un territorio desértico y pantanoso, con muy pocas ciudades. En el siglo XIX Francia intervino en la zona por el interés que tenía para ella el canal de Suez. Esta intervención revitalizó notablemente el territorio.
Paralelamente, en las últimas décadas del XIX comenzó un proceso de asentamiento judío, muy poco numeroso en sus inicios y en su mayoría proveniente de Polonia, que se dedicó casi exclusivamente a la agricultura.
El sionismo
Con el fin de darle sustento y vía libre al proceso colonizador emprendido por los judíos, Theodor Helz organizó en 1897 un movimiento sionista que proclamaba la conquista de la “tierra prometida” (Sion) y la creación de un hogar para los judíos que huían de la persecución en Europa. En ésta ya se proclamaba con fervor el antisemitismo.
La creación de un estado que albergara tanto a los Árabes (palestinos) como a los judíos procedentes de Europa hubiera obviado políticamente el conflicto del Oriente Medio. Sin embargo, la mayoría de los sionistas se negaba a aceptar la posibilidad de un Estado judeo-árabe, y la reacción de los palestinos árabes era más violenta a medida que llegaban más judíos a establecerse en esas tierras. Esta situación fue agravando los antagonismos en el Oriente Medio hasta estallar en los años 40, prolongándose en la actualidad.
Las dos guerras mundiales acentuaron la migración de judíos desde Europa, quienes huían de la persecución de los nazi, migración de fue dando lugar a una organización estatal de carácter provisional. El conflicto con los árabes se intensificó cuando empezó a llegar población judía mejor calificada y preparada en tecnologías modernas que desplazaba a los árabes hacia las actividades peor remuneradas. Generalmente esas migraciones de judíos provenían de Europa central, a diferencia de las iniciales, procedentes de Europa oriental.
En 1947 la ONU pretendió zanjar el conflicto árabe-israelí dividiendo a Palestina en dos Estados, uno árabe y el otro judío. Finalmente el estado de Israel fue creado el 14 de mayo de 1948. Inmediatamente los Estados Unidos de la Liga Árabe en Guerra con el nuevo país. Al año siguiente como consecuencia de esta primera guerra árabe-israelí, Israel conquistó nuevas tierras, sobrepasando los límites territoriales por el tratado que le dio origen y asentándose con más peso en la zona.
Para entonces los judíos habían conseguido una patria; los árabes la independencia en Irak, Siria Arabia meridional y Yemen; los palestinos, en cambio, habían perdido el reconocimiento como nación y estaban anexados, en parte a Egipto y parte al territorio Cisjordania.
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