Influenciado por el existencialismo y la psicología humanista, el movimiento de impugnación del saber psiquiátrico y psicoanalítico ortodoxo estalla en plena década del sesenta, época de revolución cultural y política en la mayoría de los países occidentales. En Gran Bretaña con Ronald Laing y David Cooper, en Italia con Francisco Basaglia, y en los Estados Unidos con T.Szas por un lado y con la Escuela de Palo Alto de Gregory Bateson por el otro, los antipsiquiátricos acusan a la sociedad de inventar el término “enfermo mental” y de crear un sistema terapéutico perverso para en realidad, reprimir a los individuos con personalidades particulares, consideradas “anormales” o “asociales”. Así, dentro de este contexto, los profesionales de la salud mental aparecen como meros instrumentos de ese poder opresivo. Por consiguiente el principal objetivo de la antipsiquiatría consiste en suprimir la existencia de asilos, e instituciones similares y limitar el uso de psicofármacos. De hecho, desde este enfoque, el encierro y las drogas no hacen más que deshumanizar y anular a los internados. La antipsiquiatría defiende el proyecto de organizar recidencias o centros de autogestión (por ejemplo, los de Kingsley Hall en Londres, y Dabasis Berkeley, California), donde los mismos pacientes realizan tareas cotidianas básicas, como cocinar, limpiar o gestionar los recursos de la “casa”. Allí enfermos y profesionales de la saludcomparten el espacio en un marco de convivencia democrática y pacífica. Esto permite, entre otras cosas, el desarrollo de terapias de grupo que resultan más efectivas que los tratamientos convencionales.
Tello, Neiro y Kreimer, Carlos (2005) Diccionario de Movimientos del siglo XX. Buenos Aires: Longseller.
Tello, Neiro y Kreimer, Carlos (2005) Diccionario de Movimientos del siglo XX. Buenos Aires: Longseller.
Revisa el texto Los Anormales o El Poder Psiquiátrico de Michel Foucault, te puede servir para decir algo más sobre la instituciones de salud mental y su función controladora del tejido social. Thomas Szasz es el que aboga por la legalización de las drogas.
ResponderEliminarA Manuel:
ResponderEliminarGracias hermano voy a darme el tiempo de revisar al emblemático Foucault.