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Bienvenidos a mi blog, este es un espacio dedicado a publicar textos fundamentalmente epistemológicos, tratando ser una aproximación amable sobre un tema complejo en el que abundan las retoricas absurdamente crípitcas y barrocas para el entendimiento común de la población general.

jueves, 31 de diciembre de 2009

Epistemología: Galileo v/s Los aristotélicos I

Uno de los hechos simbólicos de la historia de la ciencia, que se cuenta con emoción a los estudiantes, es que Galileo era un hombre que se atenía a los hechos. Sabía sacar consecuencias de ellos. Los sabios aristotélicos que enseñaban en la Universidad de Bolonia, en cambio, eran dogmáticos, no se atenían a los hechos sino a la filosofía dogmática de Aristóteles. El punto culminante de esta contraposición ocurrió en 1610, cuando Galileo descubrió los satélites de Júpiter a través de un telescopio.

Sabemos lo que ocurrió porque Galileo se lo contó a Kepler en una serie de cartas que se conservan. Kepler, muy encantado y divertido, le contestó, y hay una correspondencia que nos permite saber precisamente lo que pasó. Ocurre que Galileo, convencido de que su descubrimiento refutaba al sistema aristotélico, invitó a estos profesores a que miraran por el telescopio, y se convencieran por sí mismos de la falsedad de sus creencias. Y ocurrió que fueron a la casa en que estaba el telescopio, una noche de primavera del año de nuestro señor de 1610, pero, en el momento decisivo, se negaron a mirar por él.

El cuestionamiento de Galileo

En el sistema de Aristóteles no puede haber un cuerpo en órbita alrededor de otro que se esté moviendo. Desde el punto de vista de Aristóteles, si Júpiter se mueve en torno a la Tierra, no debería tener satélites, cualquier cuerpo que esté alrededor debería quedarse atrás, salvo que esté también en órbita. Galileo dice que ha mirado por el telescopio, y ha visto satélites alrededor de Júpiter, y que esto es una prueba empírica de que el sistema aristotélico es falso.

El asunto del telescopio

Galileo dice en sus cartas porqué los profesores no miraron por el telescopio. Lo que ocurre es que los profesores aristotélicos le dijeron a Galileo que el telescopio fabricaba los satélites. Los satélites no están en Júpiter, están en el telescopio, el telescopio es una máquina que de alguna manera hace que alrededor de Júpiter se vean satélites. Galileo argumentó que lo que el telescopio hace es acercar las imágenes, de tal manera que ciertos detalles que a simple vista no se ven, ahora se pueden ver. Los satélites no se veían a simple vista y ahora él los ha visto con el telescopio. Los profesores aristotélicos le dijeron a Galileo que probara eso. Galileo tomó el telescopio, miró hacia una casa que estaba en una colina cercana, y ciertos detalles, que no se veían a simple vista, se veían a través del telescopio. Esto le pareció una prueba suficiente de que el telescopio acercaba las imágenes.

Pero resulta que en la Física de Aristóteles las leyes de la Física desde la Luna hacia abajo son distintas de las leyes de la Física desde la luna hacia arriba. Habría una región sub lunar, y una región supra lunar que tienen leyes distintas. Y entonces los profesores aristotélicos le preguntaron a Galileo si podía asegurar que el telescopio seguía funcionando más allá de la Luna. Desde luego no podía hacerlo. Entonces Galileo respondió que era obvio que las leyes de la naturaleza son iguales en todas partes del universo, porque Dios no puede hacer de manera complicada algo que podría haber hecho de manera simple. No podría haber hecho un universo con leyes diversas si podía hacer que el universo sea uniforme, homogéneo. Desde luego los profesores aristotélicos contestaron que según Aristóteles eso no era cierto. Las leyes de la Luna hacia abajo son distintas que las leyes de la luna hacia arriba. En rigor, desde el punto de vista aristotélico, no es posible mostrar que el telescopio sirve más allá de la Luna sino llevándolo más allá de la Luna, cosa que Galileo, evidentemente, no podía hacer.

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