Bienvenidos

Bienvenidos a mi blog, este es un espacio dedicado a publicar textos fundamentalmente epistemológicos, tratando ser una aproximación amable sobre un tema complejo en el que abundan las retoricas absurdamente crípitcas y barrocas para el entendimiento común de la población general.

martes, 2 de febrero de 2010

Epistemología: La semántica de los términos teóricos

Los términos utilizados corrientemente para referirse a los fenómenos son términos teóricos de un marco de referencia teórico ya incorporado en nuestro conocimiento corriente, y los significados de esos términos se han establecidos de la misma manera en que lo ha hecho los significados de los términos teóricos en general. Específicamente, su significado queda establecido por el conjunto de leyes/principios/generalizaciones en el que están incluidos.

Consideremos algunas teorías en gran escala, como las que se encuentran en las ciencias físicas: la teoría química, la teoría electromagnética, la teoría atómica, la termodinámica, etc. Una teoría de este tipo consiste en un conjunto de enunciados generales o leyes. Estas leyes expresan las relaciones que se dan entre las diversas propiedades/valores/clases/entidades cuya existencia es postulada por la teoría.

Tales propiedades y entidades están expresadas o denotadas por el conjunto de términos teóricos específicos de esa teoría.

La teoría electromagnética, por ejemplo, postula la existencia de cargas electrónicas, campos de fuerza eléctricos y campos de fuerzas magnéticos, y las leyes de esta teoría enuncian cómo estas cosas están relacionadas entre sí y con diversos fenómenos observables. Para comprender plenamente la expresión del “campo eléctrico” hay que conocer bien la red de principios teóricos en la que aparece esa expresión; estos principios, en conjunto, nos dicen qué es un campo eléctrico y qué hace.

Este caso es típico. Los términos teóricos, por lo general, no obtienen su significado a partir de definiciones singulares y explícitas que enuncian las condiciones necesarias y suficientes para su aplicación, sino que están definidos implícitamente por la red de principios en los que están incluidos. Esas “definiciones” ocasionales, como las que efectivamente se encuentran ya dadas (por ejemplo, “El electrón es la unidad de electricidad”) habitualmente sólo dan una pequeña parte del significado del término y en todo caso siempre son falsables (por ejemplo, ahora parece que el quark puede ser la unidad de electricidad, con una carga de un tercio de la del electrón).

Churchland, Paul. (1999) Materia y conciencia. Barcelona: Gedisa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario