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Bienvenidos a mi blog, este es un espacio dedicado a publicar textos fundamentalmente epistemológicos, tratando ser una aproximación amable sobre un tema complejo en el que abundan las retoricas absurdamente crípitcas y barrocas para el entendimiento común de la población general.

lunes, 21 de febrero de 2011

Mecanicismo

(Fil./Cie.)1920-1930

Del griego mechane, “máquina”. Doctrina según la cual toda la realidad, o al menos toda la realidad natural, pude explicarse a base de los modelos de máquinas. Esta explicación hace referencia a la filosofía natural de autores como René Descartes, Thomas Hobbes, Isaac Newton y Christian Huygens, que aseguran, aunque con algunas diferencias de criterios, que los fenómenos de la naturaleza no están regulados por una inteligencia supranatural o divina, sino que puede explicarse íntegramente por las leyes mecánicas de la Física y de la Química. El término mecanicismo es a veces utilizado como el equivalente a materialismo y también como sinónimo del realismo y también como sinónimo del naturalismo, al tiempo que se opone al creacionismo y al finalismo.

En el siglo XX, el mecanicismo científico fue dejado de lado; ocupó su lugar el mecanicismo moderno, cuyo campo de estudio es la Física.

Jacques Loeb en su obra La concepción mecanicista de la vida (1912) considera: «[…] los seres vivientes son máquinas constituidas en su esencia por materias coloidales y que poseen la propiedad de desarrollarse, conservarse y reproducirse automáticamente».En realidad, esta teoría niega que en todo ser viviente exista un principio vital específicamente diferente de las fuerzas de la materia inerte; y se apoya en el desconocimiento y desprecio de la tesis contraria a la mecanicista, denominada vulgarmente metafísica.

Tello, Neiro y Kreimer, Carlos (2005) Diccionario de Movimientos del siglo XX. Buenos Aires: Longseller.

domingo, 13 de febrero de 2011

Historicismo

(Fil./Hist./Psi.) 1900-193…
Hacia fines del siglo XIX aparece este término destacando el aspecto histórico del ser humano. En su forma más relativista entiende que tanto la verdad como los valores son relativos al tiempo, y llega a negar, contra la modernidad, la existencia del derecho natural y de una naturaleza humana. Para este movimiento, el hombre es constitutivamente un ser a quien la historia siempre le concierne, y no puede sino conocer las cosas desde la perspectiva propia de su tiempo. En su línea más racionalista, el historicismo presupone una intención de la naturaleza que actúa en la historia realizando un desarrollo de la racionalidad y de la historia humanas que serían tan previsibles como los fenómenos mismos de la naturaleza. Wilhem Dilthey (Crítica de la razón histórica 1883; y Teoría de las cosmovisiones, 1911) distingue entre las ciencias naturales y las ciencias del espíritu, y combina la fundamentación de éstas con una crítica de la metafísica en cuanto a que ésta pretende proporcionar resultados científicos definitivos. El fundamento de la investigación en las ciencias del espíritu tiene que ser más bien la captación de la historicidad del hombre y de sus productos. Aquello que el hombre es lo sabe a partir de su historia. Como corriente historiográfica, comporta una manera de concebir y de explicar la historia que actualmente suele llamarse tradicional y que consiste en la narración, por lo general, de hechos políticos nacionales. No entiende la historia como una globalidad, sino como un encadenamiento o conjunto de hechos particulares. Fueron fundamentales los aportes de Karl Mannheim.

Oswald Spengler (La decadencia de occidente, 1918-1922) sostiene que el desarrollo histórico de una cultura es similar al de un organismo: cumple etapas de nacimiento, desarrollo y decadencia. Karl R. Popper (La sociedad abierta y sus enemigos y Miseria del historicismo 1945) implacable crítico de este movimiento filosófico, especialmente en su versión más determinista, lo define como: «un punto de vista sobre las ciencias sociales que supone que la predicción histórica es el fin principal de estas, y que este fin es alcanzable por medio del descubrimiento de los “ritmos”, “modelos”, “leyes”, o “tendencias” que yacen bajo la evolución de la historia». El ensayista y filósofo español José Ortega y Gasset (Meditaciones del Quijote, 1914; y la rebelión de las masas 1930) entiende que el hombre no tiene naturaleza, sino sólo historia”.

Ha influido especialmente en ciertas concepciones evolucionistas e históricas como las que provienen el marxismo vulgar, o las ideologías que postulan un “fin de la historia”. Oposición dentro de la URSS.

Tello, Neiro y Kreimer, Carlos (2005) Diccionario de Movimientos del siglo XX. Buenos Aires: Longseller.

sábado, 12 de febrero de 2011

David Hume: Toda relación causal es incierta

Hume planteó que todo razonamiento sobre la experiencia se basa en la suposición de que la naturaleza transcurre de un modo uniforme. Pero ese supuesto no se funda en una demostración sino que es fruto de la costumbre y las creencias. La aceptación de los principios de la inducción y la causalidad se debe a la observación de una conjunción constante de los hechos en la experiencia. La idea de «causa» que tiene la forma: «A es causa de B», no se corresponde con ninguna impresión sensible. Efectivamente, no observamos que «B es causado por A», sino que vemos la presencia contigua en el espacio y sucesiva en el tiempo de A (la causa) y B (el efecto). En nuestra experiencia sólo podemos observar la conexión constante entre fenómenos. Suponer a partir de esto que «A es causa de B» implica un salto conceptual.

La causalidad, según Hume, es el fruto de la asociación de ideas debida a la costumbre o hábito de observar que «siempre que A, entonces B» y que «no se produce B si no existe previamente A». Tenemos por costumbre asociar lo que hemos observado que se produce repetidamente, y traducimos la asociación como una conexión necesaria. La «necesidad» es puramente mental, no está en las cosas, ni en la naturaleza. Este Principio sin garantías lo usamos también para predecir el comportamiento futuro aunque no puede brindar seguridad alguna.

A pesar de que muchas veces estemos convencidos de que hemos «visto» la causa de un fenómeno ésta no es observable, sólo vemos secuencias de acontecimientos que nosotros relacionamos de un modo causal pero que perfectamente pueden haber ocurrido de otro modo. (Najmanovich, 2008, pp.118-119)

Najmanovich, Denise (2008) Epistemología para principiantes. Buenos Aires: Era Naciente